miércoles, julio 19, 2006

El oro del rey


Autor: Arturo Pérez Reverte

La cuarta novela de las Aventuras del Capitán Alatriste recuerda un poco a la típica historia de piratas -en el mejor de los sentidos-. Y es que al poco de volver de Flandes, donde se desarrolla la tercera novela, Alatriste recibe el encargo de reclutar a un grupo de valientes para un encargo que ha recibido de las altas instancias. Se trata de controlar un poco el contrabando de oro que los barcos españoles traen desde América. De ahí que esta novela se desarrolle en Sevilla.

Nuevamente tendremos ante nosotros a los personajes de las anteriores obras: Balboa, Alatriste, Quevedo-que cobra una especial importancia en este cuarto episodio-, el conde de Guadalmedina... y los malos de siempre: Angélica de Alquezar –que sigue siendo el demonio personificado aunque Balboa siga coladito por sus huesos o Gualterio Malatesta –que la verdad es que cada vez le temes menos porque empieza a parecerse al típico malo que nunca consigue lo que quiere-.


Creo que lo mejor de la novela es el retrato de los bajos fondos de Sevilla y la manera en la que el autor reinventa la saga convirtiendo esta cuarta parte en una especie de novela de piratería. Como siempre, los diálogos son geniales (sobre todo los que corren de la mano del malhumorado Quevedo) y en definitiva sube el listón con respecto a la tercera parte –cosa no muy difícil-.

JM Sánchez decía sobre la novela -al poco de publicarse ésta- lo siguiente:

“En cuanto a las diversas escenas, hay de todo y para todos los gustos, desde escenas reflexivas sobre los personajes y sobre la situación española de la época; escenas de acción de pequeño escenario y de gran escenario, con asalto a barco incluido; escenas descriptivas de la ciudad y de la sociedad de la época, pero permítanme destacar una escena antológica que transcurre en la cárcel de Sevilla, y que nos muestra la noche previa a la ejecución de un maleante de la época, escena que por el tono y los contenidos nos traen al Reverte más curioso y admirador del mundo de los bajos fondos, que desde su época de radiofonista no ha dejado de interesarle, y frente al cual mantiene una mirada y una actitud bastante poco convencional”.

Qué crack de tío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Looks nice! Awesome content. Good job guys.
»