París era una fiesta

Autor: Ernest Hemingway

Se trata de una obra autobiográfica aunque con ligeros tintes de ficción, ya que Hemingway adorna los datos con anécdotas que no ocurrieron tal y como están relatadas en la novela.

París era una fiesta narra los años de Hemingway en París, ciudad de la que el artista estaba enamorado y en la que vivió durante años con su mujer, hasta que nació el hijo de ambos. Fueron años de pobreza para Hemingway, pero también años de inmensa felicidad para él y su mujer. Esta obra cuenta el día a día del intelectual en esta ciudad durante los felices años 20.

A lo largo de la obra, Hemingway conoce a muchos intelectuales que, como él, viven en parís con mayor o menor suerte que la suya. Entre ellos destaca Francis Scott Fitzgerald, autor de A este lado del paraíso.

Hemingway se describe a si mismo en París era una fiesta como una persona reflexiva que adora París aunque no tenga el suficiente dinero para vivir en ella como a él le gustaría.

A lo largo de París era una fiesta, Hemingway incide varias veces en el hecho de que pasó hambre cuando dejó el periodismo para dedicarse en cuerpo y alma a escribir sus cuentos. Durante una parte de su vida decía a su mujer que le habían invitado a comer cuando en realidad eso era falso e iba a deambular por la ciudad o a museos para no comer.



Cuando me enfrento a un libro pretendo disfrutar. Ante todo lo que busco es relajarme. Para aburrirme ya tengo otras facetas de mi vida. Por eso quiero dejar bien claro que a mi no me gustó, en absoluto, esta novela. Hemingway será un genio de la pluma, pero desde luego sus textos me parecen tremendamente aburridos.

Seguro que los entendidos en la materia me dicen que esta novela es un perfecto reflejo de la sociedad francesa de los años 20, pero repito, leo por diversión y con este libro no me he divertido nada.

No lo recomiendo a nadie, salvo a los amantes de la época de entreguerras o a los lectores habituales de Hemingway.