Valentino Rossi: la autobiografía
Valentino Rossi es uno de los mejores pilotos de la historia del motociclismo. Entre las categorías de 125cc, 250cc, 500cc y Moto GP, suma siete campeonatos mundiales y es un icono dentro y fuera del mundo de las motos.
En este libro, su autobiografía, Rossi cuenta algunos momentos de su vida, como sus comienzos en el motociclismo de competición, los problemas con los que se encontró al principio de su carrera, su traspaso de Honda a Yamaha a finales de 2003 o su coqueteo con la Fórmula Uno.
El libro tiene algunos capítulos realmente buenos como, por ejemplo, el que narra las numerosas reuniones secretas que mantuvo a lo largo de 2003 con los directivos de Yamaha para formalizar su contratación por esta marca japonesa.
También es muy interesante el pasaje que dedica a sus pruebas con el Ferrari F1, o cuando explica las peleas que ha tenido con otros pilotos del Campeonato del Mundo como Max Biaggi o Sete Gibernau.
El libro está lleno de curiosidades sobre el personaje. Por ejemplo, los motivos que le llevaron a elegir el número 46 para correr, las razones que esgrime el piloto para cambiar de Honda a Yamaha –para pasar de la mejor moto a una mediocre-. Sus supersticiones, sus costumbres, gustos, aficiones... Todo ello queda reflejado en esta autobiografía.
El libro incorpora, como buena biografía, una gran selección de fotografías (32) de Rossi en diferentes situaciones.
Como contrapunto, es mi obligación decir que el libro está rematadamente mal escrito. Todo se repite, las expresiones son incorrectas, el lenguaje inapropiado y muchas partes podrían haberse obviado.
Además, tiene unas 320 páginas. Son demasiadas para un chaval de 26 años –los que tenía cuando se publicó el libro- que en su vida ha hecho poco más que montar en moto. Es por eso que esta biografía sólo es recomendable para los apasionados de Valentino Rossi. Los que no lo son, aquellos a los que les gusta y poco más, se aburrirán con tanta anécdota absurda y tanto dato irrelevante.
Rossi siempre ha sido un tipo polémico. Dice lo que piensa y piensa lo que dice. Esto queda reflejado en su autobiografía. De ahí que muchas veces se trate de un libro excesivamente soberbio –digamos que el chico no tiene abuela-. Por otro lado, se agradece tanta sinceridad porque dice las cosas claras. De hecho, las pocas veces que habla mal de si mismo, lo hace sin tapujos, diciendo las cosas como son... o como él cree que son.
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