Donde el corazón te lleve

Autor: Susanna Tamaro


Olga es una anciana que tuvo que encargarse de cuidar a su nieta tras la muerte de su hija Ilaria en un accidente de tráfico. Vive sola, acompañada únicamente por el perro de su nieta.

Olga sabe que la muerte se está acercando por lo que decide escribirle a su nieta una especie de diario, en el que acabará explicándole toda su vida: su infancia, su matrimonio fracasado, sus tiempos de juventud… Sus recuerdos y sus vivencias se convierten en toda una lección: el no vivir derpisa, el saber esperar, el hacer caso a lo que dicte tu corazón, el luchar contra todo lo que se interponga en el camino…



Puedo decir que éste es uno de mis cinco libros preferidos. Parece algo triste y sobre todo algo ñoño, pero realmente es una novela alucinante. No es un libro de autoayuda (no puedo soportarlos) pero en el fondo te hace reflexionar sobre tantos aspectos de la vida que puede llegar incluso a cambiar tu opinión sobre determinadas actitudes o formas de vivir.

Recuerdo que este libro se lo regalé a mi madre por un cumpleaños. Lo leyó, le gustó mucho y me dijo que ella decidiría en qué momento me lo dejaría para leerlo. Y llegó ese día. Es increíble lo que nos conocen nuestras madres: cuando acabé la novela me di cuenta de que había elegido bien.

La novela fue llevada al cine en 1996, en una especie de colaboración italo-franco-alemana, bajo el título de Va´ dove ti porta il cuore. No la he visto ni pienso hacerlo. Creo que estas novelas son muy difíciles de reflejar en la gran pantalla, no creo que nunca lleguen a provocar lo que consigue la novela.


Este libro se lo recomiendo principalmente a las mujeres. No me gusta eso de diferenciar libros para unas y libros para otros, pero en ocasiones es irremediable. No es una novela rosa, pero no sé si a algún chico pueda llegar a interesarle.


Mi nota: 9


“(…) Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha tu corazón. Y cuando hable, levántate y ve donde él te lleve”.